Es muy raro que yo publique una receta sana por aquí, lo sé, pero es que realmente están muy buenos y si de paso nos ahorramos unas cuantas calorías… mejor que mejor.
La receta la he cogido del blog Mummiella. Desde que Judith colgó la receta me quedé con las ganas de hacerla, sobretodo porque me fio mucho de su gusto reposteril 🙂
Tengo que deciros que el aspecto no es el mejor del mundo, pero de verdad que vale la pena hacerlos. Y aunque no lo parezca el sabor es dulce, no salado.
He utilizado cápsulas para cupcakes porque no tenía de muffins. La medida es para 12 muffins, si utilizáis papelitos de cupcakes os saldrán unos 14-16.
Ingredientes: (para 12 muffins)
- 2 huevos
- 80 ml aceite de girasol
- 200 gr de azúcar moreno
- 260 gr. de harina
- 1 sobre de levadura química (tipo Royal)
- 80 ml yogurt natural
- 120 gr. de nueces
- 250 gr. de zanahorias
- 120 gr. de calabacín
- 2 cucharaditas de canela molida
- 1/2 cucharadita extracto de vainilla (opcional)
Preparación:
Rallar la zanahoria, el calabacín y picar las nueces. Reservamos.

En un bol batimos los huevos, el azúcar y el aceite.
Incorporamos la harina tamizada, la levadura y la canela (también tamizada) y batimos hasta que quede todo bien integrado.
Añadimos el yogur y el extracto de vainilla y mezclar bien.
Agregamos las nueces, la zanahoria y el calabacín rallados y mezclamos con una cuchara de madera.
Repartimos la masa en las cápsulas, sin sobrepasar los dos tercios de su altura.
Precalentamos el horno a 170ºC y horneamos 25-30 minutos, o hasta que los muffins estén dorados y al pinchar con un palillo éste salga limpio.
Colocar los muffins en una rejilla para que se acaben de enfriar.

Acabamos con el mes de marzo, un beso para todos los que me leéis.